Las manos de una madre.
Mis manos escribieron tu nombre
Con ellas regué las flores
Con ellas lavé tu rostro
Cuando jugabas en el lodo.
Son ellas las que me han servido
A lo largo del camino
Con ellas he tocado la puerta
De mis vecinos.
Con mis manos, he visto pasar el tiempo:
Las he tenido morenas,
Por trabajar con la tierra;
Mis manos, sí mis manos,
Son bellas como las azucenas
Tersas como la piel de mis hijos
Dulces como la miel de los panales.
Ellas han llevado una maleta
Cargada de encajes y emociones.
Mis manos, saludaron a mi amado
Con un fuerte abrazo en el viaje.
Y con ellas he cubierto mi rostro
Para disimular una lágrima
que rodó sin consuelo.
Ellas saludan al mundo
Como un abanico se mueven
Diciendo un hasta pronto
Amigo, hermano, aquí te espero.
Mis manos, sí, tus manos
A ella, es bueno observarlas
Porque siempre están hablando
Y su eco se hace grande
Cuando han pasado los años.
Fin
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